Nuestra piel es única por lo que no todos los tipos de tratamiento sirven para cualquier persona. Primero, has de identificar cómo es tu piel y sus características para, seguidamente, obtener una idea del cuidado e hidratación que necesita. Por eso, en este artículo os mostramos cuál sería la mejor crema hidratante según tu tipo de piel. De todas formas, para obtener una información más precisa y personalizada sobre vuestro tipo de piel y los cuidados que debéis proporcionarle siempre os recomendamos que acudáis a un dermatólogo.
La hidratación, especialmente la facial, ha sido siempre de vital importancia. Para conseguir una piel jugosa, este es el paso más importante a seguir. Ahora más que nunca, con el hándicap de las mascarillas, nuestra piel está sufriendo en exceso, por eso hemos de cuidarla aún más de lo que lo hacíamos previamente. Además, entrando en el tema del maquillaje, hay que decir que ya no se lleva tan recargado como antes. Maquilladores tan reconocidos como Miguel Ángel Álvarez aseguran que el mejor fondo de maquillaje es una buena hidratación.
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piel seca
Este tipo de piel se caracteriza por la falta de producción de sebo. Esto hace que no se retenga bien la humedad y por ello, la piel está tirante, áspera e incluso escamada.
En este caso, lo que debemos hacer a la hora de hidratar la piel es aportar esa grasa que las glándulas no producen. Por ello, lo más recomendable es buscar cremas enriquecidas con aceites minerales. También es importante que contengan componentes que reafirmen la piel, como el ácido hialurónico, e ingredientes encargados de retener el agua y que ayuden a mantener la piel hidratada más tiempo, como la glicerina.
piel grasa
Como bien indica el propio título, este tipo de pieles se caracterizan por segregar una cantidad excesiva de grasa. A veces se relaciona directamente con los granitos, sin embargo, muchas veces no tiene nada que ver. Podemos reconocer este modelo de piel por sus poros, que suelen ser grandes, y por el brillo que refleja el cutis. Para su cuidado e hidratación debemos buscar cremas que contengan agentes no comedogénicos que hidraten sin obstruir los poros, así como fórmulas “oil-free”. Es habitual pensar que este tipo de piel no se debería hidratar, sin embargo, es esencial para controlar el exceso de grasa.
piel mixta
Este tipo de piel es una combinación de la piel normal y la grasa. En este caso, la mayor parte de la cara tiene una apariencia normal, sin embargo, en la zona T del rostro (frente, nariz y barbilla), suele haber un exceso de grasa. Si este es tu tipo de piel sería recomendable utilizar cremas “oil-free” y con textura “light”, que no resultaran muy pesadas. Además, es de gran importancia eliminar las bases alcohólicas de nuestras cremas hidratantes si presentamos este modelo de cutis.
piel sensible
La piel sensible es a veces confundida con la seca, sin embargo, presenta características que nos hacen diferenciarlas. En primer lugar, la piel está continuamente enrojecida e irritada. Es común que este patrón derive de enfermedades como la dermatitis o la rosácea, así que en estos casos debemos consultar siempre con un dermatólogo el tipo de crema y cuidado que debemos aplicar. A veces también puede aparecer esa rojez e irritación simplemente por episodios de alergia primaveral, por ejemplo. La recomendación más importante a la hora de elegir cremas para hidratar este tipo de piel es que no contengan perfumes ni alcohol y que estén compuestas por el menor número de ingredientes posible (y cuanto más naturales sean dichos ingredientes, mejor).
piel con tendencia acnéica
Las pieles con tendencia acnéica son fácilmente reconocibles y se caracterizan por la aparición de espinillas y puntos negros en el rostro. En caso de un acné excesivo es importante acudir a un especialista y seguir sus indicaciones. Sin embargo, si es algo más puntual o leve, podemos seguir hidratándonos la piel en casa aunque siempre eligiendo bien el producto. En este caso buscaremos fórmulas similares a las ya vistas en la piel grasa, con agentes no comedogénicos y libres de aceites. Además, es recomendable que la crema contenga agentes queratolíticos, que ayudan a retirar los granitos de la superficie cutánea.